Una de las prioridades básicas de nuestro trabajo es conocer qué está de actualidad para el público al que nos dirigimos: qué es lo que más les gusta, qué se está convirtiendo en un referente cultural y cuáles son sus hábitos de vida. De esta forma encontramos el lenguaje, el tono y el feeling con el que debemos comunicarnos con la audiencia a la que queremos llegar.
Hablar de tendencias y de “lo que se lleva” ha sido durante mucho tiempo una tarea que parecía reservada a coolhunters, personas capaces de adelantar aquello que se iba a convertir en un must. Pero la curiosidad no es propiedad única de estos visionarios y muchos profesionales hemos tenido que encontrar herramientas que nos permitieran conocer con antelación el qué, cómo y cuándo.
Antiguamente, estas herramientas eran los periódicos, los libros, las revistas lifestyle, los viajes personales, o a través de fotografías y anécdotas de otros. Era un universo alcanzable de información, insuficiente para los curiosos empedernidos.
Y entonces llegó internet (ahora todos lo llaman el mundo online, pero entonces lo llamábamos internet) y los buscadores: el acceso rápido a la información transformó la manera de conocer, seleccionar y archivar las tendencias en poco tiempo. Las posibilidades de búsqueda se multiplicaron: desde el que utilizaba Google hasta las publicaciones online específicas como, por ejemplo, The Coolhunter, Monkeyzen o Yorokubu, editadas y elaboradas por profesionales.
¿Por qué el resto de curiosos no podíamos compartir nuestros propios hallazgos con los demás? Pues parece que hoy hemos llegado al máximo extremo de la vorágine, con ejemplos como Pinterest. Independientemente de las múltiples valoraciones q las q se está sometiendo esta red social, tan sólo destacar que su esencia reside en la aportación constante de tendencias que realizan sus inquietos usuarios, con gustos diferentes, que se nutren de sus propias experiencias o de lo que encuentran navegando por la red. Pero cabe recordar que Pinterest no es la única red social que ofrece un crowdsourcing de tendencias: existen otras como Fancy o Flipboard, que no han despertado tanto interés o afán de pertenencia.
Muchos usuarios ahora viven/vivimos la loca necesidad de compartir imágenes, seguir a usuarios, dar likes, hacer pins y repins, organizarse por boards, conviertiéndose en coolhunters autodidactas en tiempo real… y transformando las tendencias en algo tan efímero como el movimiento del timeline a la velocidad del 3G.
La verdad es que, con la aparición de smartphones y tablets, tanto profesionales como curiosos, podemos conocer y descubrir tendencias desde cualquier sitio y en cualquier momento o, incluso, sin movernos de casa: bienvenidos al mundo del coolhunting desde el sofá.
22 de febrero de 2012
Esta entrada fue escrita como post para el blog de apple tree communications
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